Carlitos disfrutaba jugando al fútbol y siempre salía al campo a ganar. Todos en el equipo compartían la misma ilusión.
El balón rodaba por el campo y aunque la mañana estaba fría, los ánimos iban caldeándose. Algunos padres, descontentos con el árbitro, pronto empezaron con gritos e insultos.
El balón entró en la portería, y del equipo contrario gritaron... ¡GOOOOL!
Suficiente para que varios padres se enzarzan en una fuerte discusión, que acabó en una batalla campal, mientras los niños asistían atónitos y avergonzados a la escena.
De vuelta a casa, Carlitos lloró desconsoladamente, jurándose… que nunca volvería a jugar.
Microrrelato de 100 palabras, publicado en la Asociación solidaria cinco palabras:
cincopalabras.com/2017/09/17/escribe-tu-relato-de-septiembre-iii-con-g