A veces la noche es un hielo en los dientes,
a veces los sueños se caen inmaduros,
a veces parece no haber día siguiente
y a veces parece insalvable aquel muro
que ayer escalaban dos colas de hiedra
sin miedo a cortarse la piel con la piedra.
A veces retuerzo y araño las horas,
buscando tu verbo de ausencia en mi aurora.
A veces la cama es un nicho sin flores,
a veces el aire calcina la boca,
a veces parece que nieven dolores
y a veces parece el aliento una roca
mordiendo la carne y los huesos del alma
que dio por ganada la luz y la calma.
A veces te acecho y te siento constante,
buscando sin suerte tu voz mitigante.
A veces el suelo es arena que engulle,
a veces las sombras habitan la casa,
a veces parece que el pulso no fluye
y a veces parece que el cielo fracasa
y el sol y el azul y la luna y los astros
acaban tomando el color del asfalto.
A veces el mundo es un cero a la izquierda,
entonces regresas y todo concuerda.
108 lecturas versoclasico karma: 98
Me ha encantado.
Muchas gracias por tus palabras, compañero. Un honor tenerte unos instantes leyendo mis letras
Muchísimas gracias, Hotel.
Un gusto leerte !!
Aplausos !
¡¡Vaya chute de egotrón me llevo, Rbk!!
Todo tuyo, poetisa. Un abrazo.
Felicitaciones
Un abrazo