El sol hiere los iris de los ojos,
lacera las pupilas
inundando las cuencas
de legiones de lágrimas furtivas.
La esfera ígnea de encendido ardor
a las flores marchita
en los veranos tórridos
por la asfixia que daña la campiña.
Lastima la nieve alba del tejado
y ardiendo en las cornisas
derrite los carámbanos
pintando la pared con mil heridas.
Ese sol, que brilla resplandeciente,
ciega a las golondrinas
que vuelan sin sentido
buscando por el cielo una salida.
El astro que lumínico derrama
sus rayos en orgía
de luces y calores,
anunciando al albor un nuevo día.
Magno sol, que eres fuego y llamarada,
muerte y también la vida,
estrella abrasadora
alumbra el arduo caminar de espinas.
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Sol muerte y vida ufsss tremenda fusión