Arenas del tiempo que no retrocederán los destinos.
Heridas creídas por momentos olvidadas regresan más sangrantes que nunca.
Perderé una y mil veces pero recordaré momentos sublimes.
El brillo de luz de tus ojos que jugaba con mi alma.
El rubor de tus mejillas que apasionadas vi.
Tú piel estremecer ante un rose de labios que no deseaban verse partir.
Perderé años, atesorare recuerdos en el ocaso.
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