Poesía, para mí,
es escape, es conciencia,
es el arte de escribir
sin guardar las apariencias.
Es el modo en que yo fui
redimido en conveniencia.
Eres tú, claro que sí,
pero también la paciencia,
y pensar con excelencia,
huir de la conformidad
a través de la belleza.
Es pararte y conservar
los detalles de pureza,
es no querer complicar
lo genial de la simpleza.
Poesía es pues la pieza
que hace girar mi cabeza,
suplantando la tristeza
por placer, con sutileza.
Es audacia, es docencia
y lo es por naturaleza.
Sanadora de impotencia
del que siempre se tropieza.
Para mí, la poesía
es no verte cada día,
al contrario que diría
el poeta en su osadía.
Es la paz, es la ciencia,
es volar sin ala delta,
comprobar, que en apariencia,
nada está como lo cuentan.
No es "tirar de la experiencia"
ni templar la recurrencia,
sino hallar la realidad
a los ojos de tu ausencia.
Es tres veces mi esperanza
encontrada en el olvido,
es un gato con la panza
boca abajo y deprimido,
pero también es la lanza
que atraviesa lo infinito,
que se clava en la garganta
generando un orbe escrito.
Poesía... ¿para mí?
es la culpa sin delito,
es cerrar la cicatriz
con mi medio favorito.
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