Al filo de la medianoche
llega una silueta negra
arrastrando una pena vieja
y un silbido agónico.
El jilguero ya no tiene voz,
y los trastos se apilan en
en los bolsillos llenos de agujeros.
Ya no queda hilo con el que coser.
Las penas nuevas ya no son tan nuevas
y las viejas toses
apenas si alivian la garganta.
Déjame el pañuelo que hice con alas de mirlo blanco,
si las lágrimas no levantan el vuelo
prometo subirme en la próxima nube
que pase delante de mi otoño.
Al filo de la medianoche.
vuelven los fantasmas tristes
con traje de payaso burlesque.
Hortensia Márquez
Imagen sacada de internet
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Felicidades amiga escribes bello.
Haces suave todo aquello que tocas, Horten