Dejémonos llover por
un cielo hecho espada
en un arcángel de argán...
Agua de plegaria
Desnuda y afiebrada
Rota y abismal como un león viejo
Arma afilada en la piel de un minutero.
Así nos herimos de inmortalidad
De peces y anillos, orillas fabulosas
en la penumbra de un ciempiés.
Así nos mojamos, nos cosemos
y nos recogemos.
Fruto existencial del polvo,
pulpa estrecha al poseernos...
Boca de tierra y raíz.
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etiquetas: rito, sensualidad, posesión, fruto 168 lecturas versolibre karma: 104
Saludos, Maria Mercedes
Saludos afectuosos, Maria Mercedes!