Vomitaba mis huracanes
con las estrellas fundidas
cuando de repente,
como si me bendijese la luna
caí por la grieta de tu pestaña
de tu párpado izquierdo
sí, de tu párpado izquierdo
del que brota la raíz del poeta
y florecen en racimos la vida
aullando al mundo
con la amplitud desbocada de tu boca
desde ese amor descosido
hasta el cenit de sus hambres
Y así me precipité en tu mar
tan profundo en sus lágrimas
tan cristalinos en sus miradas,
que se reflejan hasta mis pecados
en la libertad pudorosa de tus aguas
Por unos instantes
con la eternidad de lo indeleble
mimeticé en tu placenta
abrazada al cordón umbilical,
absorta en esas palpitaciones
donde crepitan tus versos
Y sé que debo exiliarme,
sí, debo exiliarme
de tus alas embrionarias
de tu frutos incandescentes
donde crecen selváticos tus ojos
pariendo a tus criaturas
con el arrullo de tus letras
Y me alojaré en tu pestaña
de tu párpado derecho,
sí de tu párpado derecho
que al igual que el mío
difuminan los perfumes
con las humedades de sus pupilas
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de tu párpado izquierdo
Genial este verso, poema precioso amiga¡¡¡ Un abrazo
Me gustó mucho, querida amiga!!
Sensacional poema.
Un abrazo.
Saludos, MariaDelRosario