Te bailo todavía,
alma dormida.
Las manos vacías
un roto en los labios,
y el viento acechando
todas las palabras
para colocarlas
vivas en tu oído.
Alma callada, alma dormida...
En ese silencio
que nos delimita,
en una pena blanca
y una noche herida
te bailo,
te bailo todavía.
150 lecturas versolibre karma: 110
¡Hermoso!
saludos
Saludos.