#45 Querida Mariquilla... una va recobrando los sorbos de poesía en este, nuestro bar-parnaso, y tú le nombras Sevilla. Freno en seco los ojos y me paro en ese poema y no en otros tuyos. Dices "Sevilla" y me vuelvo la flor viva que fui en ella. Sacas el Puente de Triana y yo me deshago. No lo puedo remediar. Cuántas horas en la ribera del río...
¿Que cómo le pasa eso a una cordobesa? Habiendo amado Sevilla, no puede ser de otra forma ni con otra excusa. Y siempre que regreso a ella, se me caen los años de encima deprisa . María, que tenemos que vernos en Sevilla, pringá y vinito de por medio.
#27 Me gustó la película a mí también, aparte de acercarnos a la historia y a los pesares de una guerra, mostrarnos la figura de Unamuno es un acierto para los amantes de la literatura. En cuanto al poema, querida María, mucha pausa empiezo a ver. La ya de por sí obligada al cambiar de verso, las comas, los puntos y los puntos suspensivos. Mucho en poco y me pregunto: ¿qué nos pasa, será que estamos empezando a guardar en los silencios las palabras? Dicen que el silencio cuenta muchas cosas, pero aquí la torpe del parnaso, encuentra más sentido a lo que se cuenta que a lo que se calla. Echo de menos los versos enteros, ni cortos ni largos. Ahí lo dejo.
#8 Muy bonita tu vuelta de las vacaciones, María (si es que volviste ya). Me gustan las descripciones, cómo nos pones en situación y nos traes a Sorolla. Vivan tus letras, querida.
#16#6 Larga conversación para entresacar estos versos de los entresijos del miedo. Fue muy estimulante, María. En cualquier caso, tendremos que aprender mucho la una de la otra para próximas colaboraciones. Un placer
#4 Empiezo aplaudiendo cuando no veo faltas de ortografía y sube el ruido del choque eufórico cuando me gusta lo leído, su melodía, su sentido. Muy guapo, @Xhuvia922.
#18 No es que no me guste, María. Pero me obligas a pensar y, aunque sea mi deporte favorito, tengo saturada la parte de reconocimiento de significados. Perdida en tus versos, no logro sacar un tema global. Te diría que hay muchos, casi tantos como versos. Y no sé si se me hace complejo o la compleja soy yo. bueno... eso último, no lo dudo.
¿Que cómo le pasa eso a una cordobesa? Habiendo amado Sevilla, no puede ser de otra forma ni con otra excusa. Y siempre que regreso a ella, se me caen los años de encima deprisa